Colección: RELOJERÍA ➜ ORIENT

La historia de Orient Watch Company es un ejemplo de perseverancia y tradición relojera en Japón. La marca se originó en 1901, cuando Shogoro Yoshida abrió una tienda de relojes en Ueno, Tokio, que más tarde se convertiría en una fábrica productora de relojes y componentes. Aunque la fábrica se vio obligada a cerrar tras la Segunda Guerra Mundial, Yoshida no abandonó su visión y en 1950 fundó oficialmente Orient Watch Company, resurgiendo con fuerza.

El lanzamiento del Orient Star en 1951 marcó un hito importante. Este modelo, conocido por su elegante diseño y alta precisión, reflejó la apuesta de la marca por los relojes mecánicos, diferenciándose de otras compañías que adoptaban la tecnología de cuarzo. Esta apuesta valiente por la relojería mecánica permitió a Orient ganar adeptos en mercados internacionales, comenzando por China y expandiéndose luego a otros países.

Una de las anécdotas más interesantes de la marca es cómo, en plena competencia con gigantes como Seiko y Citizen, Orient se mantuvo fiel a su esencia, prefiriendo la producción de movimientos propios en vez de depender de terceros. Esta independencia le ha valido un respeto único en la industria, ya que pocos fabricantes pueden presumir de diseñar y fabricar internamente la mayoría de sus componentes.

Entre los modelos más destacados de la historia de Orient se encuentran no solo el Orient Star, sino también sus famosos relojes de buceo, que han gozado de gran popularidad entre los aficionados gracias a su fiabilidad y precio competitivo. Un ejemplo es el Orient Mako, lanzado en la década de 2000, que se convirtió rápidamente en un favorito por su durabilidad y diseño robusto.

En los años más recientes, Orient ha seguido innovando y lanzando modelos que combinan la tradición con tecnologías modernas, todo sin perder su enfoque en la calidad y la asequibilidad. A pesar de ser adquirida por Epson, parte del grupo Seiko, Orient ha conservado su independencia en la producción de movimientos, lo que la mantiene como un símbolo de autenticidad en la relojería.

Datos curiosos incluyen el hecho de que los relojes mecánicos de Orient son especialmente valorados por los coleccionistas, no solo por su estética, sino por la fiabilidad de sus mecanismos. Esta reputación ha permitido a la marca destacarse en un nicho especializado, atrayendo tanto a nuevos entusiastas como a coleccionistas experimentados.

La historia de Orient es, en esencia, una oda a la pasión por la relojería tradicional, a la innovación contenida y al espíritu de superación que la ha mantenido vigente a lo largo de más de un siglo.